sábado, 24 de septiembre de 2011

Tengo

Tengo una herida que es como un fantasma, viene me asusta y desaparece.
Tengo una herida que es como un rio, se abre y se cierra sin aviso.

Tengo una herida que me borra la sonrrisa del alma, esa sonrrisa que no se vee.
Tengo una herida que de dolor se alimenta, se traga mis excusas y me azota con culpas.

Tengo una herida volando en torno a luces inalcanzables de un tiempo que ya no es.
Tengo una herida de cristal, es tan fragil que hasta un murmullo en mil pedazos la quiebra.

Y esta herida me hace volar bajito, a ras de suelo, como los colibríes, en el límite de lo blanco y lo negro, de lo real y lo irreal, del cielo y del infierno…
Y a esta herida la tengo que cerrar, ya no me gusta sentir como los poros de mi rostro se emborrachan con el licor de mis lágrimas...