jueves, 11 de agosto de 2011

Problema

Me interesa quedarme callada en el medio de la nada para escuchar lo que me dices y analizar palabra por palabra. Sí, soy así, un robot del análisis cuyos engranajes se abren para que no se escape nada y pueda procesarlo todo hasta sacar una buena conclusión a la que atenerme.
Me interesa estudiar tus circuitos mentales hasta conocer todas y cada una de las interconexiones que pululan por tu interior como intestinos retorcidos. Me convierto en una cirujano-robot. Uso el escalpelo de mi mirada para hacer una incisión en tus pupilas, indolora, inapreciable, pero lo suficiente para introducirme y escarbar.
Me interesa competir con tu cuerpo, con tus formas, para ver quién es el más fuerte. Ponerte a prueba, probarte entero.
Me interesas, pero no sé hasta que punto me convienes. Ahí está el problema.